¿Cuánto se requiere para vivir relajadamente?

Considero apropiado, en mi apasionante profesión, difundir y enseñar nuevos estilos de vida, como vivir con menos pero mejor. La tendencia humana a acumular conlleva un desgaste energético y emocional. Este estado negativo incrementa nuestro estrés inconscientemente.

Cuantos más objetos poseemos, más tiempo demanda su limpieza y organización. Actualmente, pienso que es saludable elegir en qué actividades invertimos nuestro valioso tiempo. La valorización del tiempo es algo que celebro. Optar por vivir en espacios arquitectónicamente sencillos, como las casas japonesas, complementadas con la comodidad del estilo escandinavo, es clave. En nuestro hogar, no deberíamos conservar ningún objeto sin utilidad, y cada uno debe ser de nuestro agrado. Esta actitud de desapego a los excesos puede ayudar a personas sin hogar.

Para mí, este estilo de vida es imprescindible: la creación de ambientes tranquilos revitaliza los lazos humanos. Ofreciendo estancias serenas donde la comunicación y el compartir son prioritarios, como siempre debería ser. Familiares y amigos deben reemplazar objetos innecesarios para emprender un camino más liviano en lo material y más enriquecedor en lo afectivo y espiritual. De este modo, coronamos nuestro reino con minimalismo, creando atmósferas donde el bienestar, la armonía cromática y de superficies brindan una estética sofisticada y plena para nuestro descanso. En resumen, sentirse en casa, ansiar llegar a ella, nuestro apreciado refugio.

Todo esto es lo que consideramos en nuestro estudio al abordar un proyecto, por eso lo he bautizado como “neurodiseño de atmósferas“.